Nuestra Señora de Lourdes es una advocación católica que se le apareció dieciocho veces a Bernadette Soubirous en el siglo XIX.
Apariciones y mensaje
Bernadette Soubirous era una joven de 14 años que vivía en la pobreza y era analfabeta, pero tuvo la dicha de haber sido elegida por Dios para ser testigo y la mensajera de la Madre de Jesús.
La niña aseguró haber visto a la Virgen María mientras andaba por una gruta del paraje de Massabielle, cerca de la comuna francesa conocida como Lourdes.
Fueron 18 apariciones en total, entre el 11 de febrero y el 16 de julio de 1858. En todas estas ocasiones, la Virgen le transmitió el mensaje que debía proclamar a los demás creyentes.
Le indicaba que debía vivir en oración y hacer penitencia por los pecadores, que viviera una pobreza en nombre del Evangelio y que erigiera una capilla en ese lugar.
La aprobación
Los lugareños eran escépticos con relación a los mensajes transmitidos por Bernadette, pero cuando la Virgen le reveló que era la Inmaculada Concepción, la joven se dispuso a llevar su mensaje a todos.
Le hicieron diversos interrogatorios donde mantuvo la calma y la consistencia con relación a las apariciones, y por este motivo le creyeron.
Han transcurrido más de 150 años desde que Bernadette fue instrumento de confirmación por parte de la Santa Madre, pero sus palabras todavía hacen eco con fuerza recordándonos que hay evidencia para los potentes actos de Dios en este mundo.
La veneración de Nuestra Señora de Lourdes se autorizó el 18 de enero de 1862, y desde entonces se ha apoyado la veneración y peregrinación de la Virgen María en Lourdes. Es considerada como la patrona de los enfermos y próxima a todo sufrimiento humano.
En la actualidad, son muchos los cristianos que expresan su veneración por Nuestra Señora de Lourdes de diferentes maneras.
