Santa Brígida de Kildare, también conocida como Santa Brígida de Irlanda, fue una santa del siglo V que es venerada por la Iglesia Católica.
Vida religiosa
Santa Brígida nació cerca de Dundalk hacia el año 451. Era hija de un rey pagano escocés con una esclava cristiana.
Heredó la belleza de su madre, pero eso no la hizo desviarse a las costumbres mundanas, ya que se dedicó a una vida religiosa desde muy joven.
Cuando llegó a una edad en la que podía casarse, decidió hacer voto de castidad y le pidió a Dios que ningún hombre se fijara en ella.
Se caracterizó por ser una mujer dedicada a la santidad y a la caridad. Estaba siempre pendiente del menesteroso y de acuerdo a los relatos que la rodean están todos llenos de sus bondades.
Obras de santidad
Entre una de sus obras se destaca el haber construido un lugar bajo un gran roble, donde se reunían las mujeres a aprender de ella.
Posteriormente fundó un convento cerca de la ciudad de Kildare, donde se seguía la regla de San Cesáreo. Este convento se caracterizó por ser doble, es decir, incluía hombres y mujeres, ya que era una práctica común entre los celtas. Sin embargo, no hay registros confiables acerca de esta información, aunque muchos le atribuyen a Santa Brígida la dirección de este lugar.
Santa Brígida falleció en Kildare, Irlanda en el año 525 a los 72 años de edad. Fue enterrada en Downpatrick, junto a los otros dos santos con quienes comparte el patronazgo de Irlanda.
Es la santa más conocida y venerada en toda Irlanda, y a su figura se le asocian una variedad de elementos festivos y folclóricos como cantos y poemas populares. Existen una variedad de himnos que datan de los siglos VII y VIII que eran dedicados a esta santa, por lo que se comprueba su culto desde épocas antiguas.
