San Gregorio de Nisa fue un obispo y teólogo que vivió durante el siglo IV y es venerado como Santo en la Iglesia Católica.
Una familia santa
Se desconoce la fecha de nacimiento de San Gregorio, pero se calcula que fue posterior al año 331, aunque comúnmente se señala que nació en el año 335 en Cesarea de Capadocia, que era una región que estaba en Asia Menor y actualmente es Turquía.
Formaba parte de una familia consagrada, ya que su madre Emelia fue hija de un mártir cristiano y su abuela paterna fue Macrina la Mayor. Era hermano de Macrina la joven, Basilio el Grande y Pedro de Sebaste. Todos ellos también son venerados como santos por la Iglesia Católica.
Tanto su abuela como su hermana mayor fueron quienes guiaron a San Gregorio en la fe cristiana, y posteriormente recibió educación en retórica y gramática.
Obispado
Se convirtió en profesor de la carrera secular de retórica, pero luego volvió al servicio de la Iglesia y se ordenó como sacerdote.
Su hermano Basilio fue nombrado Obispo de Cesarea de Capadocia, y sugirió a su hermano para la diócesis de Nisa.
De manera que San Gregorio, a pesar de su personal oposición, es nombrado obispo de Nisa, un pequeño poblado del Imperio Bizantino.
Ese año, San Gregorio escribe su primer tratado llamado «De virginitate» que sería el comienzo de una gran serie de obras de su autoría.
Se caracterizó por ser un gran defensor de la fe y por disputar en contra del arrianismo, al igual que su hermano. Realizó el Concilio de Constantinopla del 381 con el propósito de erradicar esta herejía utilizando la filosofía platónica.
Se sabe que San Gregorio vivió hasta una edad muy avanzada, y se cree que murió entre los años 394 y 400 en Nisa. Es considerado como uno de los tres Padres Capadocios.