San Perpetuo de Tours fue un obispo de Tours desde el año 460 hasta su muerte, y es un santo venerado por la Iglesia Católica cuya festividad se celebra el 30 de diciembre.
Familia consagrada espiritualmente
No se tiene una fecha exacta del nacimiento de San Perpetuo de Tours, pero se sabe que vivió durante el siglo V, y que provenía de una familia senatorial.
Sucedió a uno de sus parientes, San Martín de Tours, cuando fue consagrado obispo de Tours, y de acuerdo a la historia, dejó todo lo que tenía y utilizó sus bienes para ayudar a los pobres de la diócesis.
Fue nombrado obispo en el año 460 y dirigió la diócesis por treinta años hasta que fue sucedido por un pariente cercano llamado Volusiano de Tours.
Durante su obispado, el cristianismo en la región se desarrolló y logró una consolidación considerable.
Su obispado
El primer año de su obispado convocó a un concilio principal en Tours donde se promulgaron varias normas muy importantes sobre la disciplina eclesiástica.
Fue un obispo muy vigilante con relación al clero de su diócesis, y decretó que los fieles prestaran una atención especial a las cosas del espíritu.
También mandó a construir monasterios y numerosas iglesias, entre las que destaca la más importante de todas que fue la Basílica de San Martín de Tours, ya que una de sus obras fue agrandar la basílica que fue dedicada a San Martín, y al lado mandó a construir una casa grande con la finalidad de albergar peregrinos.
Con relación a su carácter, era un hombre de un corazón humilde, porque sabía perdonar a los demás y se entregaba para el bien del prójimo.
Sus últimos años fueron complicados por causa de la invasión de los Godos. San Perpetuo de Tours murió el 30 de diciembre del año 490.
