Santo Tomás Becket fue un religioso inglés que ejerció el arzobispado de Canterbury, venerado por al Iglesia Católica como un santo mártir.
Fiel servidor
Tomás Becket nació el 21 de diciembre de 1118 en Londres, Inglaterra, en el seno de una familia burguesa que era originaria de Normandía.
A los 10 años comenzó sus estudios relacionados con leyes civiles y canónicas; y posteriormente se trasladó a París para estudiar teología.
Cuando regresó a Inglaterra ingresó al servicio del arzobispo de Canterbury, que le encargó varias misiones luego de haber visto su capacidad.
Fue nombrado arcediano de Canterbury en el año 1154 y al año siguiente fue nombrado canciller del reino.
Se convirtió en el fiel servidor del rey Enrique II, ya que sentía una fidelidad y entrega por la causa real. Cuando nació el hijo del rey, fue enviado a casa de Becket como era costumbre en la nobleza.
Ordenación episcopal
Luego de la muerte del arzobispo Teobaldo en el año 1161, Becket fue consagrado como como el sucesor en diciembre de 1163.
No tardó en enemistarse con el rey, ya que estaba dispuesto a hacer prevalecer la jerarquía eclesiástica y liberar a la Iglesia de las limitaciones que le habían impuesto, mientras que el rey quería ser el soberano absoluto.
Becket escapó de la ira del rey y se refugió en Francia por seis años, pero desde allá estaba muy pendiente y se hicieron esfuerzos por llegar a un acuerdo.
Luego de haberse llegado a la paz, Becket regresa a Canterbury y fue recibido triunfalmente por los fieles, y su primera decisión fue desautorizar a los obispos que habían cedido a las leyes autoritarias del rey.
Cuatro caballeros del rey salieron a buscar a Becket para asesinarlo, que se llevó a cabo en el atrio de la Catedral el 29 de diciembre de 1170.
Fue canonizado por el Papa Alejandro III el 12 de julio de 1174.