La Virgen de la Medalla Milagrosa, también conocida como la Virgen de la Medalla de la Inmaculada Concepción, es una de las apariciones de la Santa Madre.
Aparición de la Virgen
La historia ocurrió el 27 de noviembre de 1830, cuando la Santa Catalina Labouré, que era una humilde religiosa vicentina, vio como la Virgen Santísima se le apareció mientras estaba meditando durante la noche.
La Virgen estaba vestida de blanco y estaba sobre lo que parecía ser un globo, y en sus manos sostenía una esfera dorada donde había una cruz que parecía que la estaba ofreciendo al cielo.
Nuestra Señora entonces abrió sus manos y salieron muchos rayos de luz, que le explicó significaban las gracias que obtenían aquellos que las pidieran.
La Virgen María le explicó a Santa Catalina que el globo representaba el mundo entero donde viven sus hijos, y que muchos de los rayos luminosos quedaban perdidos porque sus hijos le rezaban pocas veces.
Luego, se formó una aureola alrededor de la cabeza de la Virgen y le dijo a Santa Catalina que debía hacer una medalla que fuera semejante a la que le estaba mostrando, para que todas las personas que la llevaran pudieran sentir la protección de la Santa Madre.
Una medalla para todos
De manera que Santa Catalina la mandó a hacer de acuerdo a las indicaciones de diseño de la Santísima Virgen, y la Iglesia aprobó este mandato, por lo que las primeras Medallas fueron creadas en 1832 y fueron distribuidas en París.
La Medalla Milagrosa no es un amuleto, sino un testimonio de fe y de confianza para demostrar el poder de la oración, así como para recordar a nuestra Santa Virgen.
Todo el que lleva esta maravillosa medalla puesta alrededor del cuello y reza por la intercesión y el socorro de la Virgen María obtiene extraordinarias gracias.