San Marcelo de Tánger fue un Centurión que vivió durante el siglo III y que perteneció a la Legio VII Gemina. Es uno de los patrones de León en España.
El centurión
Marcelo nació y vivió durante la segunda mitad del siglo III y se supone que el lugar donde vivía su familia era cerca de la Muralla de León en España.
Estuvo casado con Santa Nonia y formaron una familia compuesta por doce hijos.
Mártir
En una de las fiestas del nacimiento del Emperador Valerio celebrada en julio del año 298, que se trataba de un acto oficial y solemne, Marcelo hizo pública su fe cristiana al negarse a ofrecer sacrificios, como lo hacía el resto de la tropa, a dioses paganos para invocar la protección al Emperador.
De manera que San Marcelo confesó públicamente su fe cristiana y manifestó que su única adoración era hacia el Dios que había creado los Cielos y la Tierra, y además tiró al suelo los atributos de su rango militar.
Por lo tanto fue llevado ante el gobernador Fortunato en España para ser presentado en el juicio. San Marcelo le dice a Fortunato que solo puede militar en el ejército de Jesucristo, el hijo del Dios viviente.
Fortunato creyó que era un hecho de gravedad y por lo tanto fue remitido a ser juzgado por Agricolano en Tánger, que era la mayor autoridad en España.
En ese lugar, Agricolano le lee el acta de acusación donde lo acusan de haberse comportado como un loco por haber arrojado su espada y su bastión delante de las tropas. Marcelo aceptó y fue condenado.
San Marcelo de Tánger fue condenado a muerte por decapitación el 29 de octubre del año 298 y por lo tanto es visto por la Iglesia como un mártir. Su festividad es celebrada el 30 de octubre.
