Santa Margarita María de Alacoque fue una monja católica francesa que fue conocida por haber recibido extraordinarias visiones del Sagrado Corazón de Jesús, y por haber dedicado su vida a la devoción y propagación de su fe.
Manifestaciones visibles de Jesús
Margarita María nació el 22 de julio de 1647 en Hautecour, una pequeña aldea francesa, en una familia compuesta por 7 hermanos de los cuales ella era la quinta.
Cuando tenía 8 años, fue internada con las monjas clarisas, donde desde pequeña edad aprendió a llevar su sufrimiento hacia Dios y así fortaleció su fe.
A los 24 años logró formar parte de la Orden de las Visitandinas, que era su mayor anhelo.
El día de la festividad de San Juan Evangelista, en el año 1673, tuvo la primera visión del Señor Jesucristo, y desde allí empezó a ser testigo de las diferentes manifestaciones de Jesús que le sucedían cada cierto tiempo.
La mensajera
Santa Margarita María de Alacoque fue la escogida por Jesús para ser la mensajera del Sagrado Corazón, y se destacó por su ferviente devoción ante el Santísimo Sacramento.
Cumplía sus obligaciones de manera fiel y demostraba una gran obediencia en toda su persona, por lo que fue considerada como un modelo entre las religiosas.
En los últimos años de su vida vio como su devoción al Sagrado Corazón de Jesús era difundida, hasta sus más grandes detractores se convirtieron en fervorosos dedicados, lo que le causó una gran alegría.
Murió a los 43 años de edad el 17 de octubre de 1690 en la ciudad Paray-le-Monial en Francia, donde actualmente está la Basílica del Sagrado Corazón. Fue declarada venerable por el Papa León XI en 1824.
El Papa Pío IX declaró a Santa Margarita María de Alacoque como beata el 18 de septiembre de 1864, y posteriormente, fue canonizada el 13 de mayo de 1920 por el Papa Benedicto VI.