San Siro De Génova (o San Siro Di Génova, en su lengua original) fue un sacerdote, obispo y santo genovés nacido en algún punto no determinado del siglo IV. Es considerado uno de los santos primitivos de la cristiandad, poseyendo el título de santo patrono de la ciudad de Génova desde hace muchos años. Originariamente, San Siro de Génova nacería en una localidad conocida entonces como Emiliana o Struppa. Esta ciudad quedaría a no mucha distancia de la ciudad de Génova. Su fecha exacta de nacimiento, lamentablemente, se ha perdido en los albores del tiempo.
Desde una edad muy temprana, Siro tuvo grandes inclinaciones hacia la vida espiritual. Fue un niño sumamente entregado a la oración. Esta disposición alcanzó tales niveles, que sus padres, según el relato de muchos historiadores, no dudaron en entregarle su educación al Obispo Felice.
Este obispo no tardó en ver las grandes dotes de San Siro De Génova, razón por la cual procede a enviarle en la ayuda del sacerdote Omisda, en la Villa Matutiana. Esta localidad hoy se conoce como San Remo.
A la muerte del Obispo Felice, el clero y la comunidad le hacen la solicitud a Siro de que ocupe el cargo de Obispo de la ciudad. Este es aceptado por Siro, ocupándolo durante el resto de su vida.
Esta fue una vida dedicada a la predica y la atención de las almas que allí vivieron. Siro estuvo muy interesado en las necesidades de sus feligreses, al punto que no dudaba en cenar frugalmente en sus casas. La cercanía que tuvo para con la población fue tal, que se ganó el cariño y la alta estimación de su gente. Fue, asimismo, autor de numerosos milagros.
Muere pacíficamente en su vejez un 29 de Junio del año 381 de nuestra era para ser recordado por siempre dentro del catolicismo.