San Genadio, también conocido como Genadio de Astorga o en algunas regiones, y de manera popular, como San Juanacio; es uno de los santos que es venerado el día 25 de mayo dentro del santoral de la iglesia católica, y es notable y recordado por haber sido un obispo de la diócesis de Astorga en la antigüedad.
Naciendo en algún momento del siglo IX, dentro de la región española de El Bierzo, San Genadio es mencionado en distintos textos santorales como un sobrino de Ordoño I, rey de Asturias; así como también como hijo de Alfonso III y de Jimena de Asturias, ambos reyes de Asturias. Con esto último en mente, queda claro que San Genadio se crio bajo la tutela de una familia de alta cuna. No obstante, siendo este un cenobita recalcado, y ferviente seguidor de San Fructuoso y San Valerio, optó por seguir la seda del cristianismo y la evangelización entrando en el Monasterio de Ageo, dándose la tarea de ordenarse y restaurar el monasterio de San Pedro de Montes ya en el año 895.
Después de esta restauración, es nombrado abad del mismo monasterio a manos del obispo Ranulfo, y en el año 899 terminó por heredar el mismo puesto que el obispo Ranulfo a instancias de Alfonso III. Su mandato fue recalcado como uno en donde la evangelización fue efectiva y llena de iluminación para sus seguidores. Pero, todo llega a su fin, por lo que terminó sus tareas como obispo entre el año 919 y 920, finalmente optando por retirarse a la tranquilidad del valle del Silencio, donde tomó un modo de vida totalmente ascético, en donde la iluminación por parte del padre celestial era la búsqueda de cada día en la pobreza y simpleza de la vida, hasta que halló la muerte en el año 936, en donde muchos autores señalan que murió en el Peñalba de Santiago.