San Lucifer de Cagliari, muchas veces conocido como simplemente por el nombre de Lucifer, es uno de los santos que es venerado por la iglesia católica el día 20 de mayo, y es conocido por sus esfuerzos por defender la iglesia del arrianismo.
Nacido en la ciudad italiana de Cagliari, que en aquel momento se conocía bajo el nombre de Calaris, en el siglo IV; se nota su primera aparición en la historia ya en el siglo 354, cuando es nombrado obispo de la ciudad de Cagliari. Posteriormente, ya un año después de su nombramiento, es enviado por el Papa Liberio, hacia el Concilio de Milán, para que este pudiera abogar por San Atanasio, lo que conllevó a que fuera exiliado por el emperador Constancio II y otras entidades de alto poder, incluyendo al mismísimo Papa Liberio. Es durante este exilio que visita Palestina, Siria y Egipto, antes de poder regresar a Italia luego de la muerte de Constancio II ya en el año 362.
Una vez ejerciendo sus labores como obispo, tuvo diferentes enfrentamientos con otras figuras de poder, incluyendo al mismo San Atanasio, ya que este mismo había tomado una estancia de perdón hacia todos los obispos que adoptaron al arrianismo dentro de sus creencias. Esto se debió a que para para San Lucifer de Cagliari esto no estaba muy lejos de la apostasía. Por otro lado, también se enfrentó a Melecio de Antioquía por el nombramiento de obispo del diácono Paulino.
Es por lo anterior, y por el escaso apoyo que recibía por parte de la iglesia, que terminó por retirarse a Cerdeña, donde fundó una secta que era conocida como los Luciferianos, donde se buscaba el total rechazo de los obispos que adoptaron el arrianismo.
Muere en el año 370, en donde se muchas leyendas afirman que fue debido a un martirio de sus creencias.