San Ciríaco de Atalia, es el santo que se celebra el día 2 de mayo en el calendario católico. Aunque también es conocido bajo los nombres de San Ciríaco de Roma, o el de San Ciríaco, es conocido por haber sido un obispo de la iglesia y haber sufrido el martirio por su fe.
Aunque no se tiene certeza sobre su fecha de nacimiento, se estima que nació en algún momento del siglo III. Su historia se hace importante ya que este era un hombre hebreo, para cuando el obispo de Jerusalén, Macario, y la madre del emperador de Constantinopla, Helena; ordenan la búsqueda de la Santa Cruz en donde murió Jesucristo. Se dice, que durante este proceso, el hombre ayudó en la búsqueda o se hallaba presente, y fue este mismo trabajo el que lo hizo transformarse al catolicismo; siendo esto considerado como un milagro por parte de la santa cruz.
En su inicio se llamaba Judas, y cuando fue bautizado, optó por tomar el nombre de Ciríaco, el cual es un nombre griego que significa Patricio. Y dedicó el resto de su vida a propagar la palabra de Cristo. Durante esto, recorrió toda Palestina, y fueron sus obras las que le ganaron el puesto de obispo dentro de Jerusalén.
Por otro lado, la tradición de Ancona, sugiere que con el fin de huir de su comunidad hebrea pasada, este iría a Ancona, un lugar en Italia, en el cual fue elegido como obispo. Luego de pasar largos años en Italia, San Ciríaco de Atalia, decide volver a Tierra Santa, y poder observar con sus propios ojos la patria. Sin embargo, aquí encontró persecución por parte de Juliano el Apóstata, y terminó por recibir la palma del martirio, señal por la cual es conocido, como también el demonio que se encuentra a sus pies.