San Pedro Armengol. Fue un noble nacido en Tarragona, España a medidos del siglo XIII, hijo de una estimada familia de cristianos devotos, pero su infancia, estuvo rodeada de algunas vicisitudes que forjaron en él un carácter algo desviado del buen comportamiento. Su virtud, fue encontrar a Cristo tras la redención de su alma y el arrepentimiento de sus malas obras. Es el santo que conmemoramos el 27 de abril.
San Pedro Armengol, debido a ciertos conflictos durante su infancia, se encontró descarriado y vulnerable a las malas compañías, emprendiendo una aventura lejos de la virtud cristiana, convirtiéndose en bandolero. Resultó que su padre, noble caballero de gallardía intachable, se topó de frente con su hijo en una de sus tropelías.
Este evento, influyó sobremanera en la vida y conciencia de San Pedro Armengol, quien, guiado por su fe cristiana, aprendida de sus padres, decidió cambiar radicalmente, pidiendo incluso, ingresar en la Orden de los frailes de la Merced, dedicando así el resto de su vida a la práctica de la misericordia, su propia redención y la de los cautivos por cuyos pasos habían perdido el norte de sus vidas o de quienes, en la defensa de su fe, habían sido privados de libertad.
Era práctica de los hermanos de la merced, ir a los territorios dominados por los moros, para procurar la liberación de rehenes y cautivos a causa de su fe, a cambio de una recompensa, quedando en prenda uno o varios misioneros.
San Pedro Armengol, quedó cautivo tras un retraso en la llegada del dinero para liberar a unos prisioneros, por lo que fue condenado a la horca, de la cual, quedó con vida, hecho que fue considerado milagroso, pero dejó secuelas en este noble cristiano, quien quedó con el cuello torcido y el rostro exangüe, lo cual no fue impedimento para continuar su obra de redención entregada a Cristo.
Murió en el Convento de Santa María del Prats en 1304 y por su entrega cristiana y su valerosa redención, que lo llevaron a convertirse en mártir, le fue concedida la gracia de la santidad, siendo canonizado por el Papa Inocencio XI en 1683.