San Bartolo del Monte Carmelo. Cuyo nombre originario era Bartolomé Avogrado, fue un monje, cruzado y asceta, nacido en Limoges, Francia, célebre por su decisión de entrega absoluta a la vida monástica, la cual siguió al haber recibido el llamado cristiano del espíritu Santo, retirándose a la oración para fundar la denominada Orden de Los Carmelitas u Orden del Carmelo. Es el santo que conmemoramos el 29 de marzo.
San Bartolo del Monte Carmelo, nació hacia el año 1083, viajó a tierra santa en ocasión de las cruzadas. Su trayectoria en tierra santa, como otros soldados, lo llevó a observar casi a diario, la presencia de un mendigo que pedía limosna. San Bartolomé, no podía permanecer indiferente ante la estampa de aquel hombre desposeído y hambriento, así que, su corazón y bondad, le impulsaron a ofrecer algo de ayuda a aquel indigente.
Dicha acción fue repetida cada vez que estaba a su alcance hacerlo, ya que, generalmente, el resto de los cruzados solían, por el contrario, hacer burla de aquel hombre que debía pedir para sobrevivir. Esta obra, denotaba en San Bartolomé una decidida caridad cristiana, que logró, con el paso del tiempo, despertar en muchos otros desposeídos, una imagen de bondad y celebridad caritativa de este hombre santo.
San Bartolomé, sintió entonces despertar dentro de sí una visión de Cristo y de las virtudes que, desde el punto de vista espiritual, nacerían en él, como practicante de la fe cristiana, decidiendo entonces establecer una vida de oración y meditación que lo a establecerse en el Monte Carmelo, actual región Palestina, en el cual desarrolló una comunidad de ascetas, viviendo como ermitaño, quizá inspirado en la vida del Profeta Elías.
Con el paso del tiempo, la vida de San Bartolo del Monte Carmelo comenzó a constituirse en referencia espiritual, logrando el llamado de muchos cristianos que buscaron en él y su forma de vida, respuestas a sus inquietudes espirituales, ofreciendo oración y meditación, para luego, constituirse en Congregación de Carmelitas o la Orden del Monte Carmelo, lugar sagrado y consagrado por haber ocurrido ahí la aparición de la Virgen María, advocación de La Virgen del Carmen.
San Bartolomé del Monte Carmelo falleció alrededor del año 1195 en la misma región de su retiro como asceta, siendo nombrado, tras su muerte, como Patriarca de Antioquia.