San Rodrigo de Córdoba. Fue un religioso de origen árabe, nacido en el Emirato de Córdoba, en la península ibérica, dominado por musulmanes. Se hizo célebre por profesar la fe cristiana, a pesar de su origen y por haber padecido el martirio y degollamiento. Es el santo que conmemoramos el 13 de marzo.
San Rodrigo de Córdoba, comparte festividad dentro del martirologio romano junto a San Salomón, quien fuera también un santo de Córdoba, ejecutado en la misma fecha y por las mismas causas. Ambos son considerados como parte de los llamados Mártires de Córdoba.
Siendo que, en la familia de San Rodrigo de Córdoba, figuraban dos hermanos, uno musulmán y otro cristiano, este santo fungía siempre como mediador en las disputas que frecuentemente se presentaban entre ambos. Su abnegación y fe cristiana lo llevaron a recibirse como sacerdote en la misma ciudad de Córdoba.
San Rodrigo de Córdoba, fiel a su convicción espiritual y, pretendiendo controlar pleitos entre sus hermanos, resultó fuertemente golpeado y llevado a permanecer en cama por varios días. Uno de sus hermanos, pretendió humillarlo ante su vulnerada condición física y en detrimento de su fe, fue burlado públicamente. Cuando San Rodrigo logró recuperar sus fuerzas, se retiró hacia los límites de la ciudad a fin de retomar su interpretación y ejercicio de la fe cristiana.
Delatado por su propio hermano, acusándole de predicar la fe cristiana, San Rodrigo de Córdoba resultó arrestado y torturado para obligarlo a apostatar. Durante su martirio y castigo, conoció en prisión a Salomón, con quien desarrolló una gran amistad, basada en sus valores cristianos compartidos y, esa unión fraterna, les proporcionó la fuerza espiritual para prepararse en lo que, de seguro, sería su martirio y muerte.
San Rodrigo de Córdoba, junto a Salomón, su entrañable compañero de celda, ante su negativa de abrazar el islam, fue condenado a muerte, degollado y arrojados al rio Guadalquivir. Días después, sus cuerpos fueron rescatados y sepultados cristianamente. El martirio y muerte de San Rodrigo de Córdoba, ocurrió el 13 de marzo de 857, en el emirato de Córdoba. Su canonización se dio por reconocimiento de culto inmemorial.
