Santa Martina de Roma. Virgen y mártir cristiana de la primera mitad del siglo III, conocida por devoción ancestral a partir del descubrimiento de su tumba en 1634. Es la Santa que conmemoramos el 30 de enero.
Santa Martina de Roma, nació hacia la primera mitad del siglo III, de una familia noble romana. A la muerte de sus padres, decidió entregar todos sus bienes a los pobre y necesitados y, al igual que muchos santos y mártires, Santa Martina, se destacó por su inmensa pureza de espíritu, por su bondad y virtudes cristianas, manifestadas con la entrega y la caridad.
Su presencia y su accionar, la convirtieron en una figura que, las autoridades romanas de la época, celosas del auge y difusión de las ideas cristianas, vieron como amenaza y, por cuanto era un decreto legal, la persecución y encarcelamiento de quienes profesaran esa fe, Santa Martina de Roma, no escapó de tales persecuciones.
Según las historias no documentadas de esta santa mártir, su encarcelamiento, se produjo en tiempos del emperador Alejandro Severo, siendo sometida a inenarrables torturas, que fueron desde los azotes hasta el haber sido arrojada a los leones. Sin embargo, la santidad que emanaba de esta mujer cristiana sobrepasó los límites del entendimiento de sus captores y torturadores.
Estos martirios, padecidos por Santa Martina de Roma, fueron ejecutados contra esta santa mujer, ante los templos de Apolo y Diana, deidades paganas adoradas por los Romanos no cristianos, pero, ella se negó a renegar de su fe y se mantuvo firme en sus convicciones espirituales, por lo que, lejos de desistir, sus torturadores arreciaron en contra de Santa Martina, convirtiéndola en Mártir.
Su cuerpo, parecía no sufrir daño a pesar de los martirios a los cuales fue sometida, hasta que finalmente, se ordenó su decapitación.
Hacia el año 625, el Papa Honorio I, ordenó erigir una iglesia en honor a Santa Martina. No fue sino hasta el año 1624 cuando fue ubicada su tumba, en las excavaciones de la vieja iglesia del foro romano. El papa Urbano III, estableció su festividad el 30 de enero, siendo considerada una de las patronas de Roma.