El 20 de mayo se celebra la festividad de San Bernardino de Siena, un santo italiano del siglo XV. San Bernardino de Siena nació el 8 de septiembre de 1380 en Massa Marittima, Italia. Fue un fraile franciscano conocido por su elocuencia y su dedicación a la predicación. Durante su vida, se destacó por su compromiso con la reforma moral y religiosa, así como por su caridad hacia los más necesitados.
Vida y obras de San Bernardino de Siena
San Bernardino fue especialmente conocido por su devoción al Sagrado Nombre de Jesús. Promovió la veneración y el uso del monograma «IHS» (las tres primeras letras en griego del nombre de Jesús) como símbolo del nombre de Jesús y como recordatorio de la pasión y redención de Cristo.
Además de sus actividades como predicador, San Bernardino fundó varios hospitales y orfanatos, y trabajó incansablemente para ayudar a los pobres y los enfermos. Su trabajo y su mensaje influyeron en gran medida en la sociedad de su tiempo.
San Bernardino de Siena falleció el 20 de mayo de 1444 en Aquila, Italia. Fue canonizado como santo en 1450 por el Papa Nicolás V. Su festividad se celebra el 20 de mayo en el calendario litúrgico católico y es recordado como un modelo de caridad, predicación y devoción a Jesús.
San Bernardino de Siena dejó un legado significativo en la Iglesia Católica y en la sociedad de su época. Sus sermones y predicaciones se caracterizaban por su fervor y claridad, atrayendo a multitudes y convirtiendo a muchas personas a una vida de fe más profunda.
Una de las contribuciones más destacadas de San Bernardino fue su papel en la pacificación de las ciudades italianas asoladas por conflictos y violencia. Utilizó su habilidad como orador para promover la reconciliación y la paz, convenciendo a las facciones enemistadas de renunciar a la violencia y buscar el entendimiento. Su influencia fue tan significativa que se le atribuye haber evitado una guerra civil en Siena.
Obras y devoción a San Bernardino
Además de su labor como predicador y pacificador, San Bernardino también fue un defensor de los derechos de los pobres y desfavorecidos. Fundó hospitales y casas de acogida para atender a los enfermos y necesitados, y alentó a otros a unirse a él en la labor caritativa.
La devoción a San Bernardino se extendió rápidamente después de su muerte. Su nombre se convirtió en un símbolo de esperanza y amor cristiano. Su popularidad llevó a la construcción de iglesias y capillas dedicadas a él en varias partes de Italia y en otros lugares.
En la actualidad, San Bernardino de Siena sigue siendo venerado como santo patrón de la publicidad y de los comerciantes. Su ejemplo de vida y su dedicación a la caridad y a la predicación continúan inspirando a los fieles a vivir una vida cristiana auténtica y comprometida.
Santoral del 20 de mayo
- San Lucifer de Clagliari
- San Eustaquio de Luxeuil: Fue un monje benedictino del siglo VII y abad del Monasterio de Luxeuil en Francia. Es venerado por su santidad y su ejemplo de vida monástica. Murió en el año 625.
- Santa Plácida: Fue una virgen y mártir que vivió en el siglo I. Era una discípula de San Benito y murió martirizada en Roma durante la persecución de Nerón. Es considerada patrona de las personas que sufren de jaquecas y dolores de cabeza.
- San Ethelberto de Kent: Fue un rey anglosajón del siglo VII, conocido por ser el primer monarca inglés en convertirse al cristianismo. Su conversión fue influenciada por su esposa, Santa Berta. Es considerado patrono de los matrimonios mixtos.