San Abrúnculo de Langres fue un santo y obispo francés del siglo III. Nació en una familia pagana en la ciudad de Langres, en la región de Borgoña, Francia. Después de su conversión al cristianismo, se convirtió en un ferviente seguidor de la fe y dedicó su vida a la predicación del evangelio. Celebramos su santoral el 14 de mayo.
Vida y obras de San Abrúnculo de Langres
Según la tradición, Abrúnculo se convirtió en obispo de Langres alrededor del año 260. Durante su episcopado, enfrentó una persecución del emperador romano Valeriano, quien ordenó la ejecución de muchos cristianos en la región. A pesar de la amenaza, Abrúnculo se mantuvo fiel a su fe y continuó predicando el evangelio a su comunidad.
Se dice que San Abrúnculo de Langres también tuvo la capacidad de realizar milagros, lo que le ganó la devoción y el respeto de su pueblo. Se cuenta que una vez, durante una sequía, él hizo que lloviera sobre su ciudad natal mediante sus oraciones.
San Abrúnculo de Langres falleció alrededor del año 280, en medio de la persecución de los cristianos, pero su legado continuó vivo a través de los siglos. Su festividad se celebra el 14 de mayo, y su vida y obra han sido recordadas por generaciones como ejemplo de fe y valentía en defensa de la religión católica.
Después de su muerte, San Abrúnculo de Langres fue venerado como un mártir y santo por la Iglesia Católica. Su tumba en la catedral de Langres se convirtió en un lugar de peregrinación y oración para los fieles.
En el siglo V, la ciudad de Langres fue atacada por los bárbaros y la catedral de San Abrúnculo fue destruida. Sin embargo, su cuerpo fue rescatado y trasladado a un lugar seguro por los fieles, y más tarde fue llevado a la Abadía de Saint-Germain-des-Prés en París.
Durante la Edad Media, la figura de San Abrúnculo fue muy venerada en Francia, especialmente en la región de Borgoña. La Orden de San Abrúnculo fue fundada en el siglo XIII en su honor, y se dedicó a la atención de los enfermos y la caridad. La orden se disolvió en el siglo XVIII debido a la Revolución Francesa.
Hoy en día, la figura de San Abrúnculo continúa siendo venerada en la Iglesia Católica como un modelo de santidad y testimonio de fe. Su festividad sigue siendo celebrada el 14 de mayo en honor a su vida y obra.
