En este bendecido 27 de agosto, se celebra la vida y obra de Santa Mónica. Madre de Familia. La Iglesia con gran aprecio recuerdan los méritos de la Santísima puesto que marcó humanidad en las personas. Además, se entregó espiritualmente al amor consagrado en Cristo. Es por ello que, su luz brilla en el camino de la buena caridad.
Durante la travesía, Santa Mónica se destacó por su oración místico. Aunado a ello, obtuvo liderazgo en las comunidades de carácter católico. Es por esta razón que, abundó la gracia del Señor mediante el apoyo en las prácticas sociales. Por un lado, su esperanza determina la aprobación de los creyentes hacía las costumbres. Así, alcanzó su futuro.
La conversión de Santa Mónica.
Su origen se remonta hacía África del Norte. Así mismo, nació en el año 332 bajo el seno de una familia estrictamente religiosa. De igual importancia, recibió una infancia llena de objetivos basados en la piedad, hasta allegar al matrimonio. Por ende, los líderes de Templos le ofrecieron la conversión por lo que su nombramiento es de fiel defensora.
El amor materno de Santa Mónica.
Confiando en su pasión por el Señor y su natural ascenso como jefa en la comunidad, la santa se transformo en una dama devota. Aunado a su capacidad para perdonar, se ha demostrado su continuo amor a sus hijos, mostrando la gran facilidad que esta poseía para comprender el problema de todos los dolidos.
Santoral del día 27 de agosto
Este 27 de agosto también se convirtió en la celebración de diversos compañeros cristianos, quienes ofrecieron su vida para extender el servicio amado de Dios en la comunidad. Para los diversos miembros de la Iglesia, estos son algunos de los más destacados:
- San Zoilo de Córdoba
- San Rufo de Capua, compañero mártir
- Beata Facunda Margenat, amada religiosa
- San David Lewis, apasionado presbítero