Este 06 de febrero se conmemora la noble entrega de Santa Dorotea de Capadocia. Conocida como una religiosa de noble corazón y excelsa pasión, la fe de la santa recibió numerosos elogios, enfrentando dificultades y pruebas ante la persecución cristiana. Como una verdadera cristiana, la amorosa virgen cedió sin temor alguno, recibiendo torturas dignas de ofrecerle respeto a nuestra Santa Dorotea.
En la gracia de nuestro Señor, la compañera descansa eternamente, velando ante los jóvenes y fieles perdidos. Para algunos devotos, el deseo de Dorotea les acompaña, guiando la verdadera entrega y amablemente, revitaliza los valores. Incluso en la actualidad, el sacrificio de la santa refleja el espíritu cristiano en su mejor postura. La Iglesia Católica se enorgullece en sumar a la extensa lista santificada a esta virgencita.
La virtud cristiana de Santa Dorotea de Capadocia
Realmente se desconoce el origen exacto de nuestra santa, sin embargo, el trabajo de los historiades ha dado frutos. Como principales características, destacaba la fortaleza espiritual de la joven Dorotea, proveniente de Capadocia, quien se negaba a ofrecer su corazón ante religiones paganas. Principalmente rechazo las ofertas de un tirano obsesionado con la joven, furioso entonces, la entrego a las torturas. Encerrada en un calabozo, la dama no determino escapar o sufrir temor, pues Cristo le acompañaba en sus largas noches.
El milagro de la manzana y su multiplicación
Como hecho curioso, se ha comentado la magnifica exposición de Santa Dorotea. Amenazada y enviada a la muerte, la santa fue acusada de mentiras, pues la misma aseguraba compartir una manzana con los ángeles. Para la sorpresa de muchos, la virgen multiplico la manzana, recibiendo la visita de un ángel sagrado. Finalmente, la santa entrego la vida, convirtiéndose en un símbolo de los alimentos naturales del Señor, como las manzanas.
Santoral del día 06 de febrero
Entre las figuras de este día, también se conmemora la noble entrega de diversos hermanos cristianos. Realmente destacan como religiosos inmortalizados, cuyo tributo resalta en los siguientes hermanos:
- San Antoliano, compañero mártir
- Beata María Teresa, elocuente fundadora
- San Alfonso María, apasionado presbítero
