En esta ocasión, la Iglesia se reúne nuevamente para festejar un hecho glorioso. La Conversión de San Pablo, extraordinaria por su naturaleza y ejemplo de verdadera redención cristiana, mostrándonos como fieles cristianos la pureza de nuestro Señor. Esta fecha memorable también le demuestra a todo noble seguidor del cristianismo los valores de Jesucristo, protegiendo y amando a todo individuo en la tierra, aun si este se muestra agresivo.
La primera vez que San Pablo escuchó de la fe cristiana, se mostró en completo rechazo hacia la misma, elegido como un defensor del paganismo e incluso, se le había enviado para atacar a los seguidores de Dios. Con algunos meses transcurridos y con un corazón de cierta nobleza, San Pablo empezó a dudar de su misión, hasta dejar de perseguir como ejecutor. El verdadero camino para nuestro santo llegaría inmediatamente.
La iluminación en la Conversión de San Pablo
Sin temor ante las órdenes de sus superiores San Pablo salió nuevamente a buscar fieles, con fuerza y preocupado al mismo tiempo por su espíritu, sin embargo, Cristo en persona se aparece ante él. Desde ese instante, San Pablo abandona toda intención de atacar y agredir a los creyentes. Aprendiendo sobre el amor del Señor, San Pablo busca arrepentirse y se redime como un verdadero presbítero.
El valor de esta ocasión
Para nuestra magnífica Iglesia Católica, la conversión de San Pablo se trata de una ocasión única en su historia. San Pablo al tomar el valor de Cristo, ganó cientos de hermanos cristianos y católicos. Incluso se fue a diversos territorios para difundir la palabra. Este santo se convirtió en uno de los mayores defensores del cristianismo, pese a comenzar como un ejecutor.
Santoral del día 25 de enero
Hoy también se festeja la obra de numerosos santos de noble espíritu. Festejados por su incansable espíritu y compromiso católico, estos son algunos de los más destacados:
- San Popón de Deinze, gobernante abad
- Beato Antonio Migliorati, elocuente presbítero
- San Bretanión de Tomis, amoroso confesor