Hoy se celebra la vida de San Jacobo el Interciso, honorable persa de vocación católica, cuya profesión al servicio del Señor le llevó a ser perseguido y atacado por su fe, negándose en primera instancia hasta ser reprendido severamente por sus familiares. Arrepentido ante la falta de compromiso, el mismo se dirigió ante las autoridades, aceptando con valor su amor por Cristo, recibiendo finalmente la gloria del martirio.
Nacido en Persia y también conocido como Santiago, San Jacobo se mantuvo en un perfil alto, siendo amigo del rey de las tierras persas, sin embargo, el mismo se vio envuelto en una difícil situación, viendo como el rey estalló en ira contra los fieles católicos, ordenando la inmediata captura y muerte de los mismos. Aterrado ante la idea de sufrir tal destino, Jacobo decidió negar su verdadera postura religiosa, siendo fiel a Dios desde su juventud.
El cargo de consciencia de San Jacobo el Interciso
Tras la muerte del rey, San Jacobo se comprometió nuevamente ante la religión católica, pero la culpa vendría nuevamente ante las cartas de su familia, quienes conocían las decisiones del aterrado religioso. Con el cargo de consciencia persiguiéndolo, Jacobo abandona su puesto como asistente en la corte real, incluso se muestra negligente hasta refugiarse en la bendición de Dios.
La condena ante el valor del santo
Armado con valor y fortaleza espiritual, Jacobo decidió revelar su verdadera vocación ante el nuevo rey, quien le amenazó con la peor de las torturas si no se arrepentía, pero la nueva valentía del santo, le llevó a enfrentar el martirio con el corazón envuelto en armonía, partiendo en el año 421, siendo canonizado por la iglesia y convirtiéndose en el patrono de los trabajadores dudosos, dotándolos de la fuerza necesaria para avanzar.
Santoral del día 27 de noviembre
En esta ocasión, también se conmemoran un grupo de excepcionales promesas en la religión católica. Estos son algunos de los más destacados compañeros de este día:
– Santificados Facundo y Primitivo, compañeros mártires
– Santo Valeriano, gobernante obispo
– Santo Máximo, gobernante obispo
– Santo Laverio, compañero mártir
– Beato Bernardino, religioso presbítero
– Beato Bronislao, compañero mártir