Hoy se conmemora la obra del Beato Miguel Agustín Pro, hermano y humilde compañero al servicio del pueblo en nombre del Señor, quien honorablemente se entregó ante las autoridades que perseguían y condenaban a los fieles católicos, recibiendo injustamente la condena a muerte sin darle oportunidad alguna de defenderse, sin embargo, el valiente beato aceptó su destino sin oponerse, demostrando su ferviente deseo por reunirse con Cristo.
Con su nacimiento en Guadalupe, Miguel Agustín fue el tercer hijo en su familia, recibiendo múltiples enseñanzas espirituales por la dedicación de sus padres y algunos hermanos que habían alcanzado puestos como servidores del Señor. Sin pensarlo, Miguel también se inclinó ante la voluntad sagrada, estudiando para convertirse en novicio y recibir la aceptación ante su notable disciplina.
Las persecuciones y viajes académicos del Beato Miguel Agustín Pro
El incansable deseo por fortalecer su comunicación con Dios, dio a Miguel la capacidad para avanzar rápidamente en los estudios. Pero las persecuciones contra los religiosos estallan, obligándole a huir, aprovechando cada oportunidad disponible para adquirir mayor conocimiento, como lo hizo en España, ganándose el título en filosofía y obteniendo el permiso como presbítero en Bélgica.
La voluntad final del beato
El beato decidió regresar a su país, ignorando las advertencias en contra de los fieles, decidió escabullirse un tiempo, realizando actos cristianos como la confesión y bautizos discretos. Por error de unos pueblerinos, cae el beato en la ira de un resentido general, siendo condenado inmediatamente al martirio. La última voluntad del beato, fue ofrecer su alma al Señor, partiendo en el año 1.927, siendo canonizado por Juan Pablo II, en el año 1.988.
Santoral del día 23 de noviembre
Además de celebrarse la honrosa obra del beato Miguel Agustín, también se conmemoran numerosos compañeros religiosos, cuya vida fue envuelta en la gloria del servicio al Señor, siendo celebrados en esta ocasión. Estos son algunos de los más destacados:
– Santo Clemente de Metz, gobernante obispo
– Santo Trudón, compañero presbítero
– Santa Lucrecia de Merida, religiosa mártir
– Beata Margarita, fundadora y noble
– Santa Felicidad, compañera mártir
– Santo Gregorio de Agrigento, gobernante obispo