Hoy se conmemora la obra de Santa Teresa de Jesús, amada y popular virgen, declarada como la doctora de la iglesia católica, quien además crecería en la comunidad como madre, maestra y traería un desarrollo detallado para la observación de los deberes con el Señor, un regalo para los seguidores de la iglesia al tratarse de un plan de seguimiento y avance por niveles hasta poseer la pureza adecuada del alma y encontrarse con el Señor.
Santa Teresa de Jesús también cumple como patrona de diversas instituciones, profesiones y territorios en el mundo, protegiendo también a los enfermos, en especial aquellos que padezcan condiciones graves en el corazón. La adoración de la comunidad por la santa, radica además en el valor y persistencia que en vida poseía, consiguiendo el crecimiento de su propia orden ante los cambios en la iglesia y algunas dificultades en su cargo, escribiendo como apoyo algunos libros.
Los inicios de Santa Teresa de Jesús
Santa Teresa de Jesús nació en el año 1.515, con siete hermanos que también compartían fe en el Señor, esta se relacionaba en especial con su hermano Rodrigo, divirtiéndose juntos y disfrutando de lecturas amenas sobre los cientos de santos en la historia católica, interesándose ambos en seguir ese camino y quizá honrar al Señor con un sacrificio digno de santificarse, intentado partir de casa o viviendo como ermitaños, intentaban lo posible para rendir tributo a Cristo.
El fortalecimiento de una magnifica mujer
Teresa enfrentaría su primera perdida al fallecer su madre, pidiendo a la madre superiora en los cielos la guía necesaria para continuar su camino. En juventud, Teresa ingreso en diversos conventos y a través de la iluminación del Señor, empezaría a crecer con visiones que Dios le regalaba, mostrando gran compromiso con la misión divina, formalizando un nuevo convento. Finalmente, partió en el año 1.582, siendo canonizada por Gregorio XV, en el año 1.622.
