Hoy se celebra la obra de San Juan de Dukla, religioso cuya vida empleó en el trabajo pastoral y la apasionada entrega en nombre del Señor cuidando de los enfermos y necesitados de guía cristiana. El esfuerzo del santo fortaleció magistralmente la unión de los hermanos cristianos, logrando mantenersealejado de las tentaciones terrenales mientras servía como presbítero y se enfocaba en la vía austera, evitando las satisfacciones en bien de la penitencia.
Nacido en el año 1.414, en Ucrania, desde joven fue dedicado a la iglesia por lo que naturalmentese convertiría en un fiel servidor del Señor e incluso tomaría el sacerdocio rápidamente bajo la orden de los hermanos de servicio menor, logrando con su prudencia, y valores de celo espiritual, el merecido ascenso a cargos de gran relevancia en su comunidad. El reconocimiento del sacerdote le llevo a convertirse en superior de diversos distritos que clamaban ayuda espiritual y misionera.
La visión perfeccionista de San Juan de Dukla
El trabajo del santo se destacaba fácilmente por las normas perfeccionistas que el mismo profesaba, intentando mantener un estricto orden para cumplir con su deber espiritual y así lograr que los necesitados fueran curados con mayor eficacia, solicitando su transferencia a lugares donde el trabajo misionero era constante, llevándolo a dar el máximo de sus energías hasta incluso quedar ciego, buscando ayuda diaria de un joven aprendiz confesor.
El reconocimiento y legado milagroso
Afectado por la ceguera, San Juan no podía apreciar el evangelio que amaba, sin embargo, este solicitaba que los novicios lo leyeran diariamente para disfrutar la gloria del Señor y continuar su camino de oración y profunda caridad hasta partir en el año 1.484, realizando milagrosas intervenciones que homenajearon en toda la ciudad formando un culto a su nombre. En Años posteriores fue canonizado por el papa Juan Pablo II.