Hoy se conmemora la obra de San Pío de Pietralcina, dedicado compañero religioso y amante de las lecciones del Señor, quien en vida empleo toda oportunidad disponible en la divulgación de las enseñanzas dispuestas para los fieles cristianos. Como presbítero, obro en la Orden de Hermanos Capuchinos Menores, destacando en el trabajo de curación espiritual y haciendo de consejero para los hombres necesitados.
Nacido en el año 1.887, en Italia, fue un niño bendecido en el bautizo bajo el nombre de Francisco y al cual sus padres criaban con amor y valores cristianos. Con cuatro años de edad es cuando el santo se interesa de manera significativa en la obra de Cristo, ya que el mismo se aparecería e iluminaria para acercarle al altar y así comenzar a instruirse adecuadamente para entregar su vida y honrar el sacrificio de Jesucristo.
Los dotes espirituales de San Pío de Pietralcina
En el año 1.903 la misión de San Pío inicia al ingresar como clérigo en la Orden de Hermanos Capuchinos, logrando el sacerdocio en el año 1.910 y logrando con gracia el trabajo digno de su título, siendo constantes las muestras de meditación y amor por el Señor a través de la mortificación. Durante algunos llamados para el servicio militar, el santo manifestó la gracia divina al experimentar en carne propia la pasión de Cristo, estigmas y el éxtasis de su gloria.
El poder milagroso a través de su santidad
Con ferviente oración y servicio humilde para los que buscaran su ayuda, el padre falleció en el año 1.968, donde curiosamente no se hallaron marcas de sus estigmas y esto aumento la fama de su santidad mientras cumplía con guiar a quienes pidieran en su nombre. La canonización del santo se dio por Juan Pablo II en el año 2.002.