Hoy se celebra la vida de San Ambrosio Eduardo Barlow, magnifico presbítero de la Orden dedicada a San Benito, cuya obra le llevaría a servir por más de veinticuatro años guiando a las personas con fe y enseñando la piedad de los católicos. Durante una temporada de servicio, el santo fue apresado bajo las ordenes de Carlos I, quien le condenaría a muerte por su innegable religión.
Nacido en el año 1.585, el joven Ambrosio seria el cuarto en una familia de catorce hermanos, siendo instruido con buenos valores mientras se le enviaba a formarse académicamente en el extranjero, cuando regresa a casa toma ingresa en el convento que servía en nombre de San Gregorio y con ayuda de un hermano prior, es ascendido a sacerdote, prometiendo en el año 1.617 su eterna fidelidad ante Dios.
La fortaleza espiritual de San Ambrosio Eduardo Barlow
La misión del sacerdote le llevo a trabajar principalmente para la parroquia de Leigh, mostrando una voluntad admirable y alegre. Pese a algunas enfermedades que sufría, ninguna persona le vio con sufrimiento ya que este depositaba su curación en la fe que tenía, tranquilizándose ante las crisis y dando además muestras de piedad y caridad al compartir todas sus ganancias con un matrimonio humilde.
El arresto y las respuestas del santo
La despreocupación de Ambrosio le traía a menudo algunos enemigos quienes buscaban frustrarle, pero la amigable forma en que este respondía les alejaba hasta que se encontró con una orden de la realeza: Todos los creyentes religiosos debían abandonar el territorio o serian asesinados. El humilde padre rechazo el decreto y en el año 1.641 fue condenado a muerte tras negarse a abandonar sus principios. El santo fue canonizado en el año 1.970 por Pablo VI.
