Hoy se conmemora la vida del Beato Bertrando de Garrigues, dedicado presbítero y honrado religioso cuya obra le llevo a convertirse en uno de los primeros discípulos de la Orden de Santo Domingo, el cual inspiraría al beato para dar un ejemplo digno de la palabra del Señor. Nacido en la tierra francesa, creció alrededor de un ambiente lleno de conflictos bélicos, una época donde la religión era atacada por la herejía y el apoyo de los nobles.
El joven Bertrando se vio inspirado entonces por la causa de los católicos, siendo estos quienes tomarían las armas para defender a la fe luchando contra los herejes. Contra toda la violencia y desolación tras él conflicto, los padres del joven le infundieron conocimientos sobre la verdadera fe y el camino correcto hacia la iluminación de Cristo, haciendo que Bertrando rechazara las tentaciones que la herejía presentaba.
La voluntad del Beato Bertrando de Garrigues
Bertrando también aprecio el valor de los fieles a la iglesia, los cuales mostraron como defender a la misma con todos los recursos disponibles, incluso al emplear abejas para que expulsaran a los herejes. En el año 1.200 accede con éxito a la misión del Cister, donde encargan al beato para comenzar una labor de presbítero, difundiendo un mensaje de paz y cambio junto a Santo Domingo.
El esfuerzo ante las represalias
Santo Domingo se convertiría en una figura de admiración para el beato Bertrando, quien le seguiría a través de múltiples fundaciones hasta convertirse en prior para la comunidad de Provenza, haciendo uso de todas sus fuerzas para predicar de manera enérgica, elocuente y fiel rechazando las perspectivas egoístas y selectivas para cuidar del prójimo. Finalmente, el beato partió en el año 1.230 y fue canonizado por León XIII en el año 1.881.
