Hoy se conmemora la obra de San Ramón Nonato, ejemplar y dedicado religioso al servicio del Señor, quien colaboraría con San Pedro Nolasco para fortalecer la Orden de Nuestra Señora de Merced, sufriendo injusticias en bien de proteger algunos cautivos. El paso de los años haría de San Ramón Nonato el patrono de los inocentes, las mujeres encintas y también la santidad para pedir por un parto correcto y permitir la curación de fiebre puerperal.
Nacido en el año 1.200 en España, su biografía se ha visto comprometida ante la falta de conocimientos verídicos, sin embargo, se conoce con seguridad que su madre dio la vida en el parto de Ramón, siendo educado por su padre y aprendiendo los valores necesarios en compañía del Señor, ya que este sentiría el llamado del Creador para ingresar en la Orden Mercedaria, ayudando a San Pedro Nolasco con la recién fundada Orden.
La profesión rescatista de San Ramón Nonato
Rápidamente el bueno de Ramón se convierte en un hombre devoto con una formación de apenas dos años, siendo enviado al continente de África para ayudar a los esclavos. Con la intención de proteger a los hombres cautivos, ofrece su vida a cambio de liberar a los prisioneros más lastimados, haciendo de su sacrificio un acto noble pagado con crueles tratos por parte de los captores e incluso siendo amenazado de muerte.
La resistencia en nombre del Señor
El acto bondadoso del padre era admirable pero sus fondos se veían cada vez más limitados, haciendo que este solo enfocara su pasión en la oración y pidiera por los ahora cristianos del lugar y también por los infieles hasta ser rescatado en el año 1.239 donde lo nombran cardenal. Finalmente, el santo parte en el año 1.240 y su acto de valentía es canonizado por Alejandro VII en el año 1.657.
