Hoy se celebran las obras del Beato Plácido García Gilabert, humilde religioso dedicado al servicio del Señor quien, mediante sus trabajos para la Orden de Hermanos Menores se vería realizando actos que lo convertirían en mártir tras enfrentar una gloriosa batalla en defensa de sus valores y el amor que este sentía por Cristo.
Nacido en el año 1.895 en el municipio valenciano de Benitachell, España, sus padres fueron humildes y dedicados al niño quien pasados los años se comenzaría a formar académicamente al tiempo que las personas a su alrededor notaban como crecían sus dotes para escuchar, gran intelecto y por naturaleza o regalo del Señor, una bondad inacabable con el prójimo, pronto su camino lo llevaría por el estudio avanzado en un seminario discreto de carácter Franciscano.
La carrera santificada del Beato Plácido García Gilabert
Destacando en el servicio de novicio para el año 1.910, no pasarían muchos años para convertirse en sacerdote, logrando el ascenso en el año 1.918 y optando por guiar a jóvenes candidatos en su orden franciscana, guiando de manera espiritual a los prospectos que también le buscaban como amigo y consejero. El trabajo del beato García también mostraba su brillante elocuencia al momento de predicar la palabra del Señor, obteniendo la atención y el cariño de sus seguidores.
El sacrificio ante la imparable persecución
En el año 1.936 la guerra civil estallo y en su apogeo, el beato se encontraba ejerciendo como educador, sin muchas opciones se encomendó al Señor y pidió por sus estudiantes, pasado un tiempo se le obligo a alejarse de su hogar. La persecución del beato lo llevo a ser buscado con sus familiares y amenazado, con valentía se presentó y tras su martirio en el año 1.936, fue canonizado por Juan Pablo II en el año 2.001.