Hoy se conmemora la obra de San Pedro Julián Eymard, eficiente presbítero proveniente de Francia. Nacido en el año 1.811, en un pequeño pueblo bajo la diócesis al servicio de Grénoble, su padre era el encargado de proveer el sustento ante la creación de cuchillos. En el año 1.831 tuvo su primer acercamiento hacia la fe, conociendo al Señor en un seminario muy especial.
Con un esfuerzo notable durante tres años, Julián obtiene el esperado cargo de sacerdote para dar inicio a un recorrido de cinco años en el complejo parroquial de Chatte y Monteynard, siendo elogiado por sus compañeros y su obispo, ganando también el mérito a director espiritual. En el año 1.845 experimento un maravilloso suceso durante una actividad para procesar el Corpus, sintiendo que su alma se unificaba con gran pasión y fe hacia Cristo.
La fundación del padre San Pedro Julián Eymard
Pensando en la falta de congregaciones dedicadas a la glorificación del Sagrado Sacramento, el padre Pedro se propone viajar inicialmente al santuario de La Madre de Fourviéres, prometiendo ante María el comienzo de una nueva congregación y pese a tener pocas ideas para iniciar el proyecto, fue apoyado y aconsejado por Pio IX y el fundador de los maristas Juan Colín. Finalmente prepara su plan y en el año 1.856 presenta ante el arzobispo de París la fundación de su congregación.
Las críticas y el advenimiento de la gloria
El trabajo del padre en su recién adquirida casa no fue sencillo, dificultades económicas y criticas ante su labor fueron una constante en la que, sin embargo, el padre se mostraba feliz, piadoso y humilde, declarando que el Señor siempre lo ha buscado para sus planes concediéndole dones. San Pedro falleció en el año 1.868 y fue canonizado por Juan XXIII en el año 1.962.