Hoy se conmemora la obra de Santa María del Carmen Sallés, santa hermana, virgen y también fundadora de la Congregación de Hermanas al servicio de la Inmaculada Concepción, grupo dedicado de forma ferviente a la educación de las mujeres piadosas, humildes y carentes de cultura. Nacida en el año 1.848, en España, llego al mundo en un año de poca notoriedad santa, al ser un año de manifiestos comunistas, señal de que la santa tendría una vida de dificultades.
Pronto los padres tendrían un cambio de planes con la joven, que se mostraba reacia a contraer matrimonio, en su corazón sentía un deber religioso intenso y creciente, optando por entregar su vida en nombre del Señor y prepararse para servir al prójimo. Inicio su formación en la Adoratrices y no contenta con su trato en el lugar se cambió a la orden de Dominicas, pero tampoco sentía que este fuera el lugar ideal para su servicio.
El camino propuesto por Santa María del Carmen Sallés
La búsqueda de un lugar apropiado llevo a santa María a comprender un objetivo particular, ayudar a las mujeres y dirigir la formación educativa de las jóvenes humildes, llenar un espacio que perdurara y formase un legado único que contara con la bendición divina del Señor. Así es como procede a reunir un grupo de compañeras habilidosas y un largo camino de peregrinación, consultando y arribando en Burgos, obteniendo en el año 1.892 la aprobación para su Congregación.
La extensión del legado
Como lo había declarado, la congregación de Santa María del Carmen, logro extenderse en los rincones de todo el mundo, dotando en cada una de sus escuelas el conocimiento adecuado sobre el Señor hasta partir en el año 1.911. La obra de la santa fue tan virtuosa que se ganó la canonización en el año 2.012 bajo la orden de Benedicto XVI.