Hoy se conmemora la obra de San Antonio María Gianelli. Nacido en el año 1.789, en la comunidad de Génova, en Italia, su origen sería en el seno de una familia de ingresos moderados. Desde pequeño su presencia lo haría destacar al ser un niño de buenos modales y una actitud gentil que le hacía muy comprensivo con los demás haciendo que nunca dudará en ayudar a quien lo necesitara.
La educación del pequeño Antonio correría a cargo de una generosa mujer conmovida por el comportamiento del mismo, formándose académicamente en Génova mientras nacía en él un interés hacia el Señor, decidiendo que se enfocaría en la religión, logrando avanzar como subdiácono ganándose la autorización para predicar la palabra de Dios con talento para realizar los sermones. El santo se convertiría en sacerdote alrededor del año 1.812.
La admirable vocación de San Antonio María Gianelli
La habilidad para predicar de San Antonio era tal que las multitudes no tardaban en formarse para escuchar su elocuente mensaje, a pesar de las múltiples tareas que le encomendaban siempre buscaría la manera de regalar palabras para fortalecer el espíritu de sus seguidores y traer múltiples creyentes a su causa, cuidando el confesionario y atendiendo de manera inagotable a su extensa comunidad parroquial.
Las comunidades fundadas y reconocimientos del santo
El trabajo de San Antonio le daría grandes frutos al conseguir antes de sus cuarenta años, dos congregaciones religiosas, destacando la congregación de María Santísima del Huerto, donde las mujeres residentes se dedicarían a cuidar de los enfermos y dar educación a los niños huérfanos. San Antonio se ganaría un puesto como obispo marcando una intercesión milagrosa hasta fallecer en el año 1.846, su obra sería canonizada en el año 1.951 por Pio XII.