Hoy se conmemora la obra de San Francisco Caracciolo, santo presbítero recordado por ser el fundador de la Orden de los clérigos menores siendo además una persona dedicada al cuidado del prójimo. Nacido en el año 1.563 en la Villa de Santa María, Francisco Caracciolo tuvo un padre que pertenecía a un linaje de príncipes y una madre cuyos familiares tenían un parentesco con Santo Tomás de Aquino.
La crianza de Francisco Caracciolo fue realizada por sus padres, convirtiendo al joven en una figura modelo que disfrutaba de realizar caridades de forma humilde y amable, la naturaleza heredada de su nobleza lo hacía disfrutar de deportes como la caza. La vida del muchacho tendría un gran giro al sufrir a sus veintidós años una enfermedad en la piel similar a la lepra, esta condición sería considerará letal.
El camino de San Francisco Caracciolo
Sufriendo la letal enfermedad Francisco pidió al Señor y le ofreció dedicar su vida al servicio del prójimo, curándose velozmente su sanación fue considerada milagrosa por lo que no dudo en cumplir su voto y así decide ingresar a una pequeña hermandad dedicada a cuidar de los hombres encarcelados, ofreciéndoles una santa despedida a los condenados a muerte, el desempeño del joven Caracciolo sería reconocido por el Señor poniendo una misión mayor en su vida.
La gran fundación penitenciaría del santo
En 1.588 un hombre llamado Giovanni Agostino Adorno buscaría por error a Francisco Caracciolo ya que lo había confundido por su nombre, pero al ver su trabajo consideraría esto como una señal del Señor, haciendo que ambos trabajaran en fundar una orden humilde que cuidaría de los pobres y ganaría cientos de voluntarios, hasta sentir el llamado del Señor partiendo en el año 1.608 y siendo canonizado en 1.807 por Pio VII.
