Este 29 de mayo se conmemora la obra de Santa Julia Úrsula Ledóchowska. Fue una humilde virgen encargada de fundar la Institución para las Religiosas Ursulinas del Sagrado Corazón de Jesús, mientras afrontaba viajes muy agotadores con el cumplimiento de sus deberes por diferentes países. Nacida en el año 1.865 en la localidad de Loosdorf, en Austria, fue hija proveniente de familias nobles destacando la herencia de su padre polaco quien poseía un linaje consagrado.
La infancia de Julia fue exigente, tras el traslado de su familia en el año 1.883 desde Austria hasta Polonia, pasarían tres años para que Julia decidiera entrar en el convento de las Ursulinas Cracovianas cambiando su nombre durante la profesión a María Úrsula de Jesús. Durante su estadía en el convento destacaría por su devoción al Creador y su gran sentido de sensibilidad con los jóvenes en dificultades.
La brillante iniciativa de Santa Julia Úrsula Ledóchowska
Santa Julia buscaría la manera de ayudar a las jóvenes necesitadas, ganándose el título de madre superiora en el año 1.904. Contaría con el apoyo para tomar la iniciativa, dando apertura de un internado destinado a las jóvenes universitarias con el objetivo de otorgarles un lugar seguro. Santa Julia organizó también cursos para estudiar con profundidad la fe cristiana y aquel estilo de vida, contando con brillantes teólogos.
Los aportes y cuidados de la incansable Santa
Santa Julia solicitó directamente al papa Pío X el permiso para colaborar con las hermanas religiosas en Rusia, donde la religión era confidencial. Manteniendo la misión de formar exhaustivamente a los interesados en la fe y la educación, su milagrosa obra siempre se basó en el amor a Dios y al prójimo hasta su partida en el año 1.939, siendo canonizada por Juan Pablo II en el año 2.003.
