Hoy se conmemora a Santa Joaquina de Vedruna, santidad nacida en el año 1.773 en España y proveniente de una familia devota al catolicismo por lo que desde niña Joaquina sentiría una inevitable atracción por Dios y el niño Jesús. El principal detalle en el estilo de vida de la santa seria la limpieza ya que la misma no soportaba ver manchas y esto la llevaría buscar también la limpieza de su alma.
Tal era el interés de la niña que a los doce años busco ingresar en la Orden religiosa carmelita, pero las monjas rechazarían su solicitud considerándola muy joven para la vida religiosa, haciendo que Joaquina desista en su idea. Con veintiséis años contrae matrimonio en el año 1.776 con un hombre rico de hacienda y amigo de su padre. Joaquina sentía al inicio disconformidad en su matrimonio al recordar las épocas en que deseaba tomar el camino religioso.
El llamado del Señor para Santa Joaquina de Vedruna
Viviendo felizmente su matrimonio y teniendo ocho hijos, pronto la vida de Joaquina tendría una sacudida tras las invasiones de Napoleón hacia España forzándola a huir de su hogar pero guiada en el camino por una misteriosa figura que la llevaría con una amistosa familia que la recibiría a ella y a sus hijos. Su esposo fallecería repentinamente y Joaquina se enfocaría en ayudar a los pobres y necesitados.
La fundación de una nueva comunidad
Obrando humildemente y siempre colaborando con los pobres y enfermos, Joaquina siendo apoyada por el Padre Esteban funda la comunidad “Carmelita de la Caridad” inicialmente contaría con ocho religiosa hasta avanzar y transformarse en más de cien. Su comunidad resistiría gracias a las bendiciones del Señor, superando persecuciones tras la guerra civil. Santa Joaquina fallece en 1.854 y su obra es canonizada por Juan XXIII en el año 1.959.
