Este 18 de mayo se conmemora la obra de San Félix de Cantalicio, santidad nacida en Cantalicio, alrededor de la localidad Italiana Citta Ducale en Apulia, provincia de Italia. San Félix seria reconocido como un gran religioso dedicado a la limosna, labor que realizaría con una virtuosa humildad y simplicidad. Ejerciendo bajo la Orden de los Hermanos Capuchinos por cuarenta años de dicha y paz para la ciudad eterna.
La familia del santo era muy humilde y dada en el sentido piadoso, trabajando como campesinos formaron con mucho cariño y cuidado a San Félix, siendo de pequeño el encargado de conducir al rebaño a lugares tranquilos con la intención de pasar placidas jornadas de oración, rezando con la cruz que había tallado en un árbol.
La reflexiva y dedicada entrega a la oración por San Félix de Cantalicio
San Félix se dedicaría a buscar la meditación y el mismo comprendía que toda criatura viva podía conectarlo con el Creador, en una ocasión el rebaño de bueyes nuevos en casa de su jefe se vieron alterados tumbando al pastor y arrollándolo, San Félix se levantaría ileso tras este accidente, esto le demostraría el cuidado de Dios y lleno de agradecimiento se encomendó a la Orden en el convento capuchino de Citta Ducale para ejercer como limosnero en las calles de Roma.
El oficio de limosnero y el constante agradecer del santo
San Félix realizaría con gran esfuerzo de su parte el trabajo de limosnero, soportando las fatigas e incomodidades que se le presentaban regocijándose ante la situación y manteniendo su enfoque en el amor que tenía por Dios. El santo dispondría de múltiples milagros en su labor mientras se mantenía discreto sobre estos. Falleciendo en el año 1.587 su obra seria canonizada en el año 1.709 por Clemente XI.
