Hoy se recuerdan las obras de San Andrés Bobola, santidad devota a la Compañía de Jesús, siendo también un presbítero cuya fe y devoción lo convertirían en mártir. San Andrés Bobola se volvería un miembro de gran actividad en su comunidad, enfocándose de forma particular en la unión de los cristianos hasta que esta labor le causaría el arresto por parte de los soldados cosacos. Su arresto no le impediría mostrarse gustoso por entregar la vida en nombre de la fe.
Nacido en Polonia, su amor por el Señor lo guiaría a ingresar a la Compañía de Jesús en el año 1.616 quienes lo recibirían con gusto y con el pasar de los años le otorgarían de manera merecida el rango de sacerdote para el año 1.622 y así se encargaría de obrar y difundir la palabra del Señor como predicador santo.
Las dificultades enfrentadas por San Andrés Bobola y la posterior huida
Ejerciendo como predicador, San Andrés Bobola se especializaría también como director en la congregación Mariana, hasta que en el año 1.635 se reanuda el estallido de persecuciones contra los creyentes de la iglesia católica, tomando una actitud violenta y grave contra los fieles seguidores. San Andrés ejerce obligatoriamente como misionero ambulante, trabajando en la fe de múltiples católicos desilusionados y cortos de fe.
La captura del santo y el reconocimiento de su obra
San Andrés Bobola se dedicó a predicar de manera ambulante el mayor tiempo posible, hasta ser capturado por los Cosacos, quienes le torturarían y someterían a múltiples tormentos para doblegar su voluntad, el santo sin embargo se mostró fiel a sus creencias, siendo ejecutado el 16 de mayo, del año 1.657 en Polonia. Su predicar lo haría un santo milagroso obteniendo el reconocimiento canónico en el año 1.853 por Pio IX.