Hoy 27 de abril se recuerda la obra de San Pedro Armengol, el santo que se encontraría involucrado en algunos conflictos de armas y buscaría mostrar su arrepentimiento a través de la formación sagrada para obtener su redención. Nacido en el año 1.238 siendo perteneciente de una familia noble, los Armengol quienes se encontraban relacionados con una extensa dinastía castellana, aragonesa y francesa.
Su padre fue un caballero dedicado a una vida cristiana, Pedro de Armengol seria cuidado por el mayordomo de su familia tras el fallecimiento de su madre cuando este tenía apenas nueve años de edad, la falta de carácter en su formación lo haría malcriado, dedicándose con los años a las apuestas, juegos y rodearse de compañeros pendencieros. Este comportamiento fue rechazado por su padre quien lo reprendió exigiéndole que dirigiera su camino hacia Dios.
El exceso y cambio de doctrinas para San Pedro Armengol
Pedro Armengol mintiéndole a su padre abandonaría su hogar para formar una banda de criminales que robarían y matarían a ricos y pobres por igual con gran brutalidad, haciendo difícil su captura, este comportamiento pararía el día en que su vandalismo lo haría enfrentarse con su padre. Pedro se rinde y ruega por su vida, asegurando que tomara ahora una instrucción diferente y así por decreto del Rey ingresa a la orden de la Merced.
La redención en el camino del santo
Su dedicación en la orden lo haría humilde y servicial contribuyendo en su misión como mercedario ofreciendo su vida a cambio de salvar rehenes en territorios africanos. Su canonización se llevaría a cabo tras salvarse de ser ahorcado como rehén, La Santa María lo salvaría sosteniéndole en brazos toda la noche, quedándole al santo una marca en su cuello. Falleció en el año 1.277 y seria canonizado en el año 1.663 por Inocencio X.
