En el día de hoy se conmemora la obra de San Adalberto de Praga, santidad devota y reconocido obispo en Praga, hallando la muerte martirizado al tratar de realizar la conversión de tribus bálticas en Prusia hacia el cristianismo. Sus esfuerzos lo convertirían en el santo patrón de países y regiones como Bohemia, Polonia, Hungría y Prusia.
Siendo un hombre nacido en Libice nad Cidlinou, en Bohemia seria perteneciente a una familia muy poderosa, formándose académicamente durante doce años en la ciudad alemana Magdeburgo con la supervisión del arzobispo Adalberto. Convirtiéndose en obispo para el año 983, ante las actitudes paganas de sus fieles se sentiría especialmente frustrado, buscando en Roma que el sumo pontífice le liberara de sus responsabilidades y siendo exiliado durante cuatro años en Italia.
Los viajes y trabajos de San Adalberto de Praga
En sus obras realizaría múltiples viajes, en Hungría bautizaría al príncipe Geza y a su hijo Vajk para después cambiar su nombre a Esteban, convirtiéndose en estudiante de San Adalberto, quien le instruiría en latín y a las creencias del cristianismo. En su camino viajaría a Prusia para realizar la conversión cristiana para las tribus prusianas, para rechazar su predicamento, atacándolo y martirizándolo en el año 997, dejando su cabeza empalada y su cuerpo alrededor de Trusol.
Legado, canonización y acciones milagrosas
Tras su martirio las historias cuentan el traslado de su cuerpo, Gniezno con el propósito de enterrarle allí, pago el equivalente a su peso en oro. Su obra seria canonizada en el año 999, permitiéndole a su legado ser visitado en múltiples escritos biográficos de Roma y Lieja. Sus esfuerzos fueron reconocidos además de legitimarse por Boleslav I, consagrándolo como rey para reforzar de forma milagrosa la posición de Polonia al frente de sus vecinos.