Hoy 19 de abril se conmemora a San Elfego de Winchester, nacido en el año 954 en Weston, Inglaterra, este sería conocido como el primer mártir de Canterbury entregándose a la vida solitaria para dedicarse a la oración y la penitencia. Su obra lo llevaría a convertirse en abad y posteriormente en episcopado y arzobispo.
Proveniente del suburbio de Weston y siendo de familia noble, desde su juventud decidió convertirse en monje aun ante la pena de su madre recién enviudada, entrando en el monasterio de Deerhurst y viajando posteriormente a Bath se convertiría en anacoreta, una persona dedicada a la soledad ganando muchos seguidores a través de su ideología y rechazando el reintegrarse a la sociedad hasta que el abad Dunstán lo persuade para convertirlo en abad en la abadía de Bath.
Las contribuciones de San Elfego de Winchester
Como obispo, realizo múltiples edificaciones comenzando con un órgano para la catedral aportando también construcciones de iglesias en su ciudad. En esa época Inglaterra se encontraba en constante conflicto por las invasiones vikingas. Repelidas por los sobornos del rey Etereldo II el Indeciso, el cese de las invasiones seria dado gracias a Elfego, quien los frenaría al negociar con el Rey Olaf deteniendo el ataque a cambio de su confirmación cristiana.
Muerte, reconocimiento y legado de su devoción
En el año 1.011 los ataques vikingos volvieron a Inglaterra, quemando la catedral donde se encontraba Elfego, tomado como prisionero para venderlo y exigiendo una cantidad exorbitante el santo se negó a que se realizara el pago por el sabiendo que la ciudad se encontraba en extrema pobreza, ante la negación fue asesinado el 19 de abril de 1.012. Canonizado en el año 1.078 por el papa Gregorio VII, se menciona la milagrosa germinación de su sangre derramada