Este 28 de marzo se celebra el día de San Sixto III es uno de los elegidos por Dios para cumplir la meta de comandar su iglesia. Luego de la muerte de San Celestino I, durante el año 432 hasta 440 fue el encargado de la Santa Sede y tuvo grandes responsabilidades y exigencias.
Fue capaz de condenar a otro papa, al papa Zósimo por hechos de herejía y que venía realizando actividades malévolas, por ello Sixto III escribió a Aurelio para que condenará a Celestino en el concilio de Cartago.
La lucha de San Sixto III
Durante el trabajo que desarrolló San Sixto III luchó contra Pelagio, que era un monje británico y con el que mantuvo una disputa doctrinal. En estos años San Sixto III se estableció en Roma y conquistó el respeto de todo el clero, y que bajo sus buenas acciones, y enseñando con el ejemplo logro obtener importante apoyo de los obispos más poderosos.
Al papa le tocó enfrentarse una gran cantidad de críticas de parte de sus detractores que con calumnias intentaron destruir su legado y buen ejemplo. Por ejemplo el emperador Valentiniano y su madre ayudaron a mantener el legado del papa San Sixto III, tanta fue su ayuda que el papa al final de la vida del emperador, le otorga los sagrados Sacramentos y lo visita en su lecho de muerte.
Durante su trabajo en el año 440, se encomendó en restablecer y restaurar la basílica de Santa María “La Mayor”, también restauró la basílica de San Pedro y la basílica de San Lorenzo.
Durante su periodo le tocó una importante travesía y la responsabilidad de lidiar con la doctrina conocida como Nestorianismo, doctrina que en el concilio de Èfeso en el 431 fue condenada, ya que Nestorio que fue obispo de Constantinopla tenía un doctrina errónea y que negó a la Virgen María como una divinidad y por ello sufrió de importantes señalamientos.
Legado
San Sixto III convivió con estas contradicciones y le tocó hacer frente a ellas, teniendo que hablar con nestorianos, y darles su apoyo, afirmando que el papa trabajaba para ellos y que todos los hijos de Dios y de la iglesia siempre tendrían el apoyo necesario, pudiendo resolver todo mediante la fe.