Santa Catalina de Suecia, conocida también por el nombre de Santa Catalina de Vadstena, fue una religiosa del siglo XIV que es venerada como santa por la Iglesia Católica.
Joven cristiana
Santa Catalina nació bajo el nombre de Katarina Ulfsdotter hacia el año 1331 o 1332 en Suecia. Su madre fue Santa Brígida de Suecia, que era una teóloga religiosa muy respetada, y su padre era el príncipe Ulf Gudmarsson.
Provenía de una familia noble compuesta por ocho hijos, y el matrimonio se encargó de criarlos a todos bajo la fe cristiana.
Cuando Santa Catalina tenía 12 años, fue entregada al matrimonio con el joven Edgard von Kyren, pero ella desde la noche de bodas acordó con él vivir en castidad.
Pasó su juventud demostrando ser una buena cristiana devota, por eso, cuando el tiempo así lo quiso, se juntó con su madre para trabajar en la nueva orden que ella había formado.
Trabajar para Dios
Enviudó cuando apenas tenía entre 20-21 años, por lo que tomó la decisión de quedarse al lado de su madre siendo muy activa en todas las actividades que hacía.
De manera que participaba en la oración, se mostraba presta para ayudar a los que más lo necesitaban y también era parte de las peregrinaciones.
Después de la muerte de su madre, Santa Catalina ingresó al convento de Vadstena como monja, donde permaneció un tiempo, e incluso fue nombrada abadesa del lugar.
Durante el proceso de canonización de su madre estuvo en Roma, desde el año 1375 hasta el año 1380. Ese año regresó a Suecia y allí fue nombrada la directora de la orden brigidina, que recibió finalmente la aprobación en el año 1378 y se conoció como la Orden del Santísimo Salvador de Santa Brígida.
Santa Catalina murió el 24 de marzo de 1381 en Vadstena, y fue canonizada por el Papa Inocencio VIII en el año 1484.
