San Clemente María Hofbauer fue un clérigo austríaco que vivió durante el siglo XVIII y es venerado como santo por la Iglesia Católica.
Vocación religiosa
Nació bajo el nombre de Jan Dvorak el 26 de diciembre de 1750 en Moravia, que es la actual República Checa, en una familia numerosa, ya que era el noveno de los 12 hijos del matrimonio entre una ama de casa y un carnicero.
Su padre cambió su apellido Dvorak por Hofbauer, que era el equivalente alemán, de manera que todos sus hijos también recibieron el nuevo apellido. Sin embargo, murió cuando apenas San Clemente tenía 7 años.
Desde ese entonces, su madre le presenta a Jesucristo como su Padre y Salvador, y por eso desde joven tomó la decisión de convertirse en sacerdote.
Pero lo intentó y no pudo lograrlo por causa de problemas económicos, de manera que desiste y se dedica al oficio de la panadería.
Luego, decidió hacerse eremita y cambió su nombre a Clemente María. Finalmente, pudo ingresar en la Orden de la Congregación del Santísimo Redentor.
Predicación y obras
Se mudó a Varsovia y allí continuó trabajando por la Orden por unos veinte años, donde predicaba incansablemente y presentaba la Palabra de Dios a todos los residentes.
Allí se encargaba de oficiar las ceremonias religiosas a la que muchos fieles acudían para oírlo predicar, y logró que muchos protestantes e incluso judíos se convirtieran al catolicismo.
Napoleón Bonaparte expulsó a la Orden y San Clemente tuvo que irse a Austria, pero allí continuó siendo un gran guía espiritual para todos.
Logró continuar con sus ceremonias religiosas al buscar músicos y artistas que se encargaran de la liturgia, y todos los asistentes se admiraban de la sencillez con la que predicaba. Murió el 15 de marzo de 1820 en Viena.
San Clemente María Hofbauer fue beatificado por el Papa León XIII el 29 de enero de 1888 y posteriormente canonizado por el Papa Pío X el 20 de mayo de 1909.
