San Alejo Falconieri fue uno de los siete fundadores de los Servitas de María, y es venerado como santo por la Iglesia Católica.
Servir a Dios con los hermanos
Nació bajo el nombre de Alessio Falconieri hacia el año 1200 en Florencia, Italia. Su padre era un comerciante acaudalado, y toda su familia estaba relacionada con el papado de manera favorable.
De manera que San Alejo creció en un ambiente cristiano, donde lo educaron en la piedad, caridad y humildad. Cuando tuvo la edad suficiente, tomó la decisión de ingresar a una confraternidad religiosa cuya dedicación era para la Santa Madre María.
En ese lugar conoce a sus siete compañeros con los que funda la Orden de los Servitas, y ellos posteriormente serán conocidos como los Siete Santos Fundadores.
La Virgen María se les apareció a estos frailes el 15 de agosto de 1233, y con esto confirmaron el mensaje que les había dado para fundar esta nueva Orden.
Extender la obra
San Alejo Falconieri no quiso ordenarse sacerdote, así que se encargó de la subsistencia del grupo de hermanos siendo un Hermano Lego.
Llevaron a cabo la construcción de una iglesia en las afueras de la ciudad, conocida como la Iglesia de Cafaggio, gracias a la donación de uno de sus familiares.
San Alejo Falconieri fue el guía espiritual de su sobrina Juliana Falconieri, que alcanzó también la santidad.
Murió cuando tenía unos 110 años, el 17 de febrero de 1310 mientras se encontraba en la Abadía de Monte Senario, que fue el lugar al que decidió retirarse cuando presintió que ya se acercaba el final de su vida, y quiso dedicarse a la oración.
San Alejo Falconieri fue beatificado junto a sus compañeros por el Papa Clemente XI el 1 de diciembre de 1717, y posteriormente fueron canonizados por el Papa León XIII el 15 de enero de 1888.
