Santa Eulalia de Barcelona fue una virgen y mártir que es considerada la patrona de esa ciudad de España.
Vivir para proclamar a Dios
Santa Eulalia nació hacia el año 290 en Barcina, que actualmente es Barcelona en España. Sus padres eran fieles creyentes que la educaron en la fe.
Su vida transcurre durante el tiempo de gobierno del emperador Diocleciano, que era conocido por sus políticas duras contra los cristianos.
Cuando se inició la persecución, Santa Eulalia tenía entre 13-15 años y sus padres la escondieron en una casa de campo para que no fuera apresada.
Pero Santa Eulalia decidió escaparse para ir a encontrarse con el gobernador y hacerle saber que sus actos eran en contra de Dios.
Como confesó abiertamente su fe, el gobernador ordenó que fuera condenada a sufrir trece martirios, ya que no quiso blasfemar contra el cristianismo.
De manera que Santa Eulalia fue sometida a una serie de tormentos, que consistieron en ser encerrada, recibir azotes, desgarrarle la carne, quemaduras con brasas, ser quemada con aceite hirviendo y ser lanzada a un foso con cal.
Morir por la fe
eulalia
Su noveno martirio fue el más conocido, que consistió en haber sido lanzada por una calle dentro de un tonel lleno de vidrios y clavos.
Finalmente, Santa Eulalia muere en una cruz en forma de «X». Sus torturadores la crucificaron desnuda, pero empezó a nevar para tapar su pureza. De acuerdo a la historia, los que presenciaron su último martirio dicen haber visto una paloma blanca salir de su boca luego de su muerte.
La tradición de Santa Eulalia se expandió en toda la región y en el mundo entero, y por eso es venerada como santa tanto por la iglesia Católica como por la Ortodoxa. En Barcelona celebran cada 12 de febrero las Fiestas de Santa Eulalia en su honor.