Santa Escolástica de Nursia fue una religiosa italiana, hermana melliza de San Benito de Nursia, que estuvo consagrada a Dios desde pequeña.
Servicio religioso
Santa Escolástica nació hacia el año 480 en Nursia, un municipio italiano que en ese entonces pertenecía al Imperio Bizantino.
Desde muy pequeña se dedicó al servicio divino, y siguió a su hermano, San Benito, cuando decidió irse a Subiaco y Montecassino.
Su hermano abrió un convento en Montecassino y ella fundó un convento femenino muy cerca, en las faldas de la montaña.
Santa Ecolástica era la abadesa del convento llamado Piumarola, y seguía las mismas reglas que el de su hermano. Por este motivo se veían muy poco, a pesar de que estaban a poca distancia uno del otro.
Pero cuando se reunían, en una casa de confianza, se dedicaban a pasar una velada de oración y cantos, además de discutir temas espirituales.
Espiritualidad entre hermanos
En la que sería la última visita de su hermano, Santa Escolástica le rogó que se quedara durante la noche, para que pudieran hablar, ya que ella presentía que era la última vez que lo vería.
San Benito se niega a quedarse porque no quiere romper las reglas, pero entonces Santa Escolástica ora a Dios para que la ayudara y en ese instante se desata una gran tormenta que impide que su hermano se vaya. Los dos santos pasaron la noche juntos, hablando de temas espirituales y cosas santas.
Tres días después de este evento, San Benito se encontraba en oración y vio como el alma de Santa Escolástica ascendía al cielo. Murió en el año 547, y San Benito murió cuarenta días después.
Por esto es que Santa Escolástica es invocada para protección contra las lluvias y tormentas. En el lugar donde ocurrió el episodio se construyó la Iglesia de Coloquia.
