Santa Apolonia de Alejandría fue una santa que fue martirizada hacia el siglo III en Egipto por causa del enojo que sentían los locales contra los seguidores de Cristo.
Una vida consagrada a Dios
Santa Apolonia nació hacia finales del siglo II en Alejandría, Egipto, y era miembro de una familia cristiana que la crió en la fe desde muy pequeña. Por este motivo ella tomó la decisión de bautizarse, y cuando cumplió la edad suficiente, rechazó el matrimonio para consagrarse a Dios.
Así fueron pasando los años y ella continuaba dedicada al servicio de su vocación religiosa, por eso hacía obras de caridad y trabajaba como diaconisa en la iglesia. Se caracterizó por ser una mujer virtuosa.
Pero la población de Alejandrina no estaba contenta con el proceder de los cristianos, por eso se enfurecieron y tomaron la determinación de acabar con ellos, lo cual los llevó a cometer una serie de atrocidades contra ellos, entre los años 244-249.
De acuerdo a los historiadores, los martirios de los cristianos durante ese tiempo fueron sumamente sangrientos y crueles. Todo esto lo hicieron ante la mirada de las autoridades, que no se esforzaron por impedir esta masacre contra gente inocente.
Dionisio, que era el Obispo de Alejandría de esa época, relató los diferentes sufrimientos que vivieron muchos por causa de su fe, y entre ellos se encuentra Santa Apolonia de Alejandría.
El martirio
Las hordas locales apresan a Santa Apolonia de Alejandría para hacerla blasfemar contra Dios, al igual que hicieron con otros cristianos.
Pero como ella se negó, fue golpeada varias veces con una piedra en la boca lo que causó que perdiera todos los dientes. Posteriormente, la llevaron a las afueras de la ciudad para hacerla morir en una hoguera.
Le dan la oportunidad de salvarse si repite las blasfemias, pero ella estaba firme en su fe, y solicitó que le dieran un momento para pensarlo.
En ese momento la liberan, creyendo que iba a blasfemar, pero toma una decisión desesperada de sumergirse en el fuego de la hoguera para morir por su fe.