San Felipe de Jesús fue un fraile franciscano mexicano que murió martirizado en Japón y es venerado como santo por la Iglesia Católica.
Vocación por la vida religiosa
Felipe de las Casas nació en Ciudad de México hacia el año 1572 en una familia de ascendencia española. Era el mayor de once hermanos.
Ingresó al noviciado franciscano cuando era muy joven, pero lo abandonó para irse a Filipinas enviado por su padre para que se dedicara al comercio.
Allí fue atraído por la vida mundana, pero luego de haber sido abandonado por sus amigos, decidió arrepentirse de lo que había hecho e ingresó a la orden de los Franciscanos, donde adoptó el nombre de Felipe de Jesús.
Tomó la decisión de irse a México junto a otros frailes para así ordenarse como sacerdote, ya que en Filipinas no había un obispo, por lo que se embarcaron en un viaje largo. Pero la nave quedó a la deriva por causa de una tormenta y se desvió hacia Japón.
Misión en tierras desconocidas
De manera que los franciscanos se dedicaron a seguir su misión en ese país asiático y tuvieron mucho éxito. Sin embargo, tiempo después se desató una persecución contra los cristianos.
San Felipe de Jesús no había sido ordenado sacerdote todavía, por lo que pudo haber evitado el martirio, pero no se resistió y fue tomado como prisionero junto a otros 26 religiosos, los cuales fueron llevados en procesión por varias ciudades para que se burlaran de ellos.
Les cortaron una oreja a cada uno hasta que finalmente el 5 de febrero de 1597 fueron crucificados en las afueras de la ciudad de Nagasaki. San Felipe de Jesús tenía 25 años cuando murió martirizado.
San Felipe de Jesús fue beatificado por el Papa Urbano VIII el 14 de septiembre de 1627 y posteriormente canonizado por el Papa Pío IX el 8 de junio de 1862.
