San Tomás de Aquino fue un filósofo y téologo declarado Doctor de lglesia y venerado como santo.
Una fe apasionada
San Tomás nació en el Castillo de Roccasecca, cerca de Aquino, en Italia, hacia el año 1225 en una familia noble germana.
Cuando tenía 19 años, ingresó a la Orden Dominicana, en contra de la voluntad de su familia. Se trasladó hacia París con la finalidad de alejarse de su familia, que le impidieron varias veces que se dedicara a su vocación religiosa.
Ingresó a la Universidad de París donde cursó estudios de teología y filosofía. Fue ordenado sacerdote en Colonia y regresó nuevamente a París en 1252.
Por causa de su destacada actuación y escritos realizados, recibió el doctorado a los 31 años, y se dedica a trabajar como maestro de teología en la Universidad de París.
Estudiante y profesor
Era un ávido teológo que se caracterizó por escribir varios opúsculos con una gran profundidad metafísica.
Se trasladó a Italia donde trabajó también enseñando por un período de 10 años en diferentes ciudades. Fue consejero personal del Papa Urbano IV y le encargó hacer revisiones de varios textos y traducciones.
Fue enviado de regreso a París y se enfrentó a los que se habían alzado en contra de su doctrina, y enfrentó a tres corrientes distintas de pensamiento.
Luego de haber cumplido su misión en Francia, es enviado nuevamente a Nápoles donde es recibido como un rey, y comienza la fundación de un nuevo capítulo provincial.
Su salud empeoró gravemente, y en camino al Concilio de Lyon tuvo que ser acogido en la abadía de Fossanova. Allí murió el 7 de marzo de 1274 cuando apenas tenía 49 años de edad. Su importancia era tan grande, que se sospecha que pudo haber sido envenenado.
San Tomás de Aquino fue canonizado por el Papa Juan XXII el 18 de julio de 1323 y declarado Doctor de la Iglesia en el año 1567.
